El Real Madrid sale del atasco
Un Real Madrid más serio que brillante, más comprometido que divertido, salió del atasco con una victoria ante un Valencia que apenas compitió media hora en el Bernabéu. Wass en propia meta y Lucas Vázquez hicieron los goles de un Madrid que tuvo dos caras: sólido y solidario en el primer tiempo, frágil y partido en el segundo. Pero ganó, que es lo que importa.
No jugaba Isco. Y usted me dirá: eso no es noticia. Pues sí, es usted muy listo, no es noticia porque Isco se ha quedado fuera del once en los siete partidos de Solari, vale. Pero que un jugador de su nivel no sea titular ni por equivocación a mí, por lo menos, me llama poderosamente la atención. Y como esto lo escribo yo, pues escrito queda: no jugaba Isco.
Sí que repetía en el once titular del Real Madrid Marcos Llorente, que parece haberse ganado el papel de Casemiro, ese trabajo sucio que alguien tiene que hacer. También Reguilón, otro meritorio que ha aprovechado la ausencia de Marcelo (en el más amplio sentido de la palabra) para meter el codo en las alineaciones. Y también Ceballos, víctima del desastre de Ipurúa, pero futbolista que, al contrario que Isco, sí que tiene la confianza de Solari.
En resumen. Jugaban Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Reguilón; Llorente, Modric; Lucas Vázquez, Ceballos, Bale; y Benzema. Y con este once empezaba el Real Madrid su partido ante un Valencia que llegaba al Bernabéu en plena depresión después de su tempranera eliminación de la Champions.
Un Madrid caliente
En una noche gélida el Real Madrid salió calentorro como Torrente en un club de estriptis. Un par de minutos y una conexión Reguilón-Bale provocó la primera ocasión clara de los blancos que culminó Benzema con una media volea que no encontró la portería de Beto.
Era un mensaje. El Real Madrid no iba a tontear con el partido. El Valencia sí, el Valencia había venido dispuesto a adelantar los regalos navideños. Así lo hicieron Paulista y Wass en el minuto 7. La jugada la inició Modric con un centro que remató mal con el pecho Benzema. Paulista se durmió ante Carvajal y le dejó poner un centro facilón que Wass se encargó de marcar en su propia meta.
Los de Solari vivían plácidamente el primer cuarto de hora. El Valencia estaba tan bien colocado como lento en sus acciones defensivas. Modric gobernaba el duelo acariciando su inminente Balón de Oro y Carvajal era como VOX: el caballo de Atila de la derecha. Además, la presión altísima del Real Madrid impedía al equipo de Marcelino dar tres pases seguidos.
El Real Madrid abusaba de un Valencia desdibujadísimo. Un regalo de Neto a Lucas Vázquez propició otra ocasión blanca que acabó en córner. También la tuvo Bale en el 28, pero Neto sacó una buena mano bajo palos para evitar el 2-0. Disfrutaba, con moderación pero disfrutaba, el Bernabéu.
No asusta el Valencia
Con un Real Madrid muy cómodo y un Valencia que trató de estirarse con timidez y sin peligro, como los escobazos del Tren de la Bruja, se fueron consumiendo los minutos camino del descanso. En la reanudación siguió mandando el equipo de Solari mientras el de Marcelino trataba de esquivar los golpes.
Estiróse algo el Valencia en un par de llegaditas abortadas con seguridad por los largos brazos de Courtois. En el 52 la tuvo Santi Mina después de un pase milimétrico de Parejo. El delantero la echó arriba al tiempo que salía a calentar Isco. Respondió el Real Madrid con un disparo de media distancia de Modric que también se marchó alto.
Pero el segundo tiempo era otro. El Real Madrid exigía a gritos un cambio. De actitud o de jugadores. O de ambas cosas. Solari empezó por meter a Asensio por Bale a la hora del partido, que se empezó a poner incierto para sus intereses y con un Bernabéu que empezaba a estar con la mosca tras la oreja. El galés se fue silbado y lesionado.
Cambio de papeles
Paulista perdonó el 1-1 en un remate a bocajarro que se marchó arriba. El Real Madrid hueveaba (perdón por la expresión) con el resultado. Marcelino metió a Kondogia y Piccini para intentar seguir agitando el partido. Los blancos habían dimitido, casi huido como Puigdemont, en la segunda parte.
El segundo cambio de Solari fue Valverde por un fundido Modric, quizá para que le diera tiempo a preparar las maletas para irse el lunes a por el Balón de Oro. En el minuto 72 la tuvo el Real Madrid pero perdonó incomprensiblemente Asensio una jugada en la que sólo tenía que empujarla. Esos goles no los puede fallar un jugador de su talento.
Volvió a perdonar el Real Madrid en el 79 en una jugada desesperante en la que nadie quiso tirar. Ni Asensio ni Ceballos culminaron una contra. El Bernabéu ya estaba desesperado con su equipo cuando en otra jugada con adornos dentro del área llegó el segundo. Lo marcó Lucas Vázquez después de una contra que aceleró Carvajal y asistió Benzema.
El gol hundió al Valencia y cerró el partido para el Real Madrid que, con más solvencia que brillantez, salió del atasco y logró una victoria que, a lo tonto, le vuelve a poner cerquita de los líderes de una Liga que está más barata que nunca.